APORTE DE NUESTRA CORRESPONSAL NENÉ PARENTELLI.
COPA DEL MUNDO 2014 Grupo D
El gol vuelve de Japón
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Tras cinco meses de preparación en la liga nipona, Diego Forlán comandará el ataque de Uruguay frente a Costa Rica
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El ex ariete del Atlético, de 35 años, disputa su tercer Mundial
Actualizado: 14/06/2014 10:28 horas
Diego Forlán, el mismo que en su día convirtió el garaje de su casa de Madrid en un gimnasio repleto de artilugios y mancuernas para llegar en las mejores condiciones posibles al Mundial de Sudáfrica 2010 -fue escogido mejor futbolista de un torneo en el que Uruguay acabó cuarta-, siempre creyó que una buena preparación física le haría eterno en este deporte. A sus 35 años, y pese a vivir alejado de la burguesía futbolística, continúa al pie de la letra con su plan. De hecho, y ante la paulatina recuperación física de Luis Suárez (operado de la rodilla izquierda el pasado 21 de mayo), Forlán será quien forme en ataque junto a Cavani en el estreno de la selección celeste frente a Costa Rica, único caramelo de un grupo D engendrado por el diablo.
No tuvo dudas el ex delantero del Villarreal y el Atlético en cuanto a sus posibilidades de acudir a Brasil y disputar el que será su tercer Mundial. Y eso que el pasado mes de enero, después de etapas timoratas en el Inter de Milán y el Internacional de Porto Alegre, Forlán tomó una de aquellas decisiones que no aventuran más que el olvido propio de los cementerios de elefantes. El gobierno japonés, que veía cómo el fútbol en su país volvía a ser el mismo deporte minoritario previo a la llegada en su día de Zico, Littbarski, Lineker, Julio Salinas, Laudrup o Stoichkov, y ante el escaso interés de los operadores televisivos, volvió a confiar en una cara conocida para reactivar el tinglado de la llamada J. League. El escogido fue Diego Forlán, con una trayectoria deportiva impoluta y cuya melena rubia podría agitar el fenómeno fan entre las adolescentes niponas.
El ariete uruguayo no dudaría ante los cantos de sirena -y los yenes- llegados desde el Lejano Oriente. El Cerezo Osaka, con las pertinentes ayudas públicas, acabaría haciéndose con los servicios de Forlán a cambio de un salario anual de 600 millones de yenes (4,2 millones de euros). Nunca antes se había pagado tanto por un futbolista en Japón, que aún tenía como cifra récord la contratación de Gary Lineker, que firmó por el Nagoya Grampus en 1993 por menos de la mitad.
En su sexta liga tras disputar las competiciones nacionales de Argentina, Inglaterra, España, Italia y Brasil -nunca lo hizo en Uruguay-, Forlán ha marcado seis tantos en 13 partidos. Goles que, eso sí, no han servido para demasiado al Cerezo Osaka, decimotercero entre los 18 equipos participantes de la J. League antes del parón estival -la competición se desarrolla durante el año natural- y que acaba de destituir a su técnico, Ranko Popovic.
Forlán, máximo goleador en Sudáfrica con cinco goles (los mismos que Müller, Villa y Sneijder), ha logrado lo que se proponía. Alcanzar el Mundial de Brasil tan fino que el seleccionador uruguayo, Óscar Tabárez, más que satisfecho de su desempeño en la preparación, no ha dudado a la hora de confiar en él mientras dure la convalecencia de Luis Suárez. Al delantero del Liverpool se le sigue mimando ante los duelos frente a Inglaterra e Italia, por lo que no jugará contra la Costa Rica de una de las sensaciones de la pasada Liga, el meta Keylor Navas. Así lo confirmó Tabárez: "El jueves [Luis Suárez] hizo el entrenamiento más duro, pero no está al nivel de exigencia de un partido. No nos apresuraremos".