No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, o la lucha contra la procrastinación: aporte de Viviana Spina, Coach Argentina
17.05.2013 20:22
Habitualmente postergamos cosas que tenemos que hacer y las desplazamos en el tiempo
sustituyéndolas por otras que son menos urgentes. Un ejemplo es una persona que tiene que dar un
examen y en vez de ponerse a estudiar elije arreglar el interior de un placar al que no le prestó
atención durante meses.
A ese comportamiento se lo llama procrastinación (del latín pro: adelante, y crastinus: referente al
futuro), y se refiere a la postergación de situaciones que debemos atender haciendo en su lugar las
que son irrelevantes o más placenteras.
Si bien todos hemos tenido algún episodio de procrastinación, cuando esta conducta se hace crónica
puede estar enmascarando problemas psicológicos, físicos o intelectuales, que de no ser atendidos
se agudizan junto a sus consecuencias personales y sociales. Nada más imaginar a una persona que
deja para el último día el pago de sus cuentas si ese día tiene inconvenientes para hacerlo porque el
banco está cerrado, “se cayó el sistema” o, lo que resulta peor, ya gastó el dinero destinado para
afrontar esos pagos.
Es probable que detectemos, y a la vez veamos como normal, esta postergación en los niños que
dejan para última hora la realización de sus tareas escolares. De no corregirlo puede transformarse
en un hábito perjudicial en el que caerá el resto de su vida, después de todo se dice que los seres
humanos somos “animales de costumbres” y esas costumbres muchas veces se instalan desde
chicos.
El acto que se posterga puede ser percibido como difícil, desafiante, frustrante, aburrido o tedioso,
lo que conlleva al estrés antes, durante y después de llevarlo a cabo, por lo que se convierte en una
tortura para quien lo padece y para quienes se ven alcanzados por su conducta.
Un consejo dado por la Dra. Celia Antonini, en su libro “GPS Mental” es procurar hacer esas cosas,
que solemos dejar para más adelante, por el lapso de 10 minutos, de manera tal que la exposición al
desagrado que causan sea menor que si nos proponemos terminarlas ni bien las comenzamos, para ir
aumentando ese tiempo de a poco hasta crear un nuevo hábito en reemplazo del anterior. En muchos
casos la procrastinación esconde a la depresión u otros problemas psicológicos, por lo que se debe
consultar a un profesional.
Desde el Coaching Ontológico o Transformacional se sugiere hacerse las siguientes preguntas ¿para
qué estoy postergando esto que debo hacer ahora? ¿quién estoy siendo yo con esta postergación?
¿de quién depende cambiar este hábito? ¿quién sería yo si no postergara lo que debo hacer? ¿qué
beneficios me daría el hacer las cosas que debo hacer ahora? Lo cierto es que no estamos
acostumbrados a hacernos preguntas de este tipo, aunque ¿estás dispuesto a mejorar tu calidad de
vida cambiando la procrastinación por un habito más saludable?
Tanto se trate de la visita a un psicólogo o a un coach, la buena noticia es que la procrastinación
puede solucionarse. Ahora que ya lo sabes no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, toma la
decisión y consulta.
Lic. Viviana Spina
Life Coach
Según los especialistas, procrastinar tiene 3 causas:
• Por evasión, la persona evita empezar una tarea por miedo al fracaso. Es un problema de autoestima.
• Por activación, cuando se posterga una tarea hasta que ya no hay más remedio que realizarla.
• Por indecisión, personas indecisas que intentan realizar la tarea pero se pierden en pensar la mejor manera de
hacerlo sin llegar a tomar una decisió