Otra vez el gol llegó por el juego aéreo, como los que hizo Godín para Atlético de Madrid en el último partido de la Liga Española -en el que los "colchoneros" se consagraron campeones- y como la anotación en la final de la Champions League, donde Real Madrid goleó por 4 a 1.

"La gran virtud de los buenos cabeceadores es saber manejar los tiempos, tener un buen doble ritmo, y seguramente pasa mucho también por la agresividad que hay que tener en momentos claves", afirmó Wilmar Cabrera, quien fue un especialista en la materia a lo largo de su carrera.

El "Toro de los Cerrillos", como se lo conoce hasta el día de hoy, analizó el gol de Godín: "La pelota vino prácticamente recta, la habilidad estuvo en los jugadores de Uruguay que saltaron y estorbaron y por atrás entró Godín, con la cortina que le hicieron por delante. Hay virtud del que levanta el centro, del ejecutante y también de los que realizan los movimientos. A pesar de no tener jugadores demasiado altos, se aprovechó al mejor jugador de juego aéreo".

En la jugada del gol, que terminó siendo prácticamente de espalda, la precisión y la fuerza del centro de Gastón Ramírez terminó resultando determinante, según lo expresó el propio Godín pocos minutos después de la finalización del encuentro.

Por último, el exjugador de Nacional, Millonarios de Colombia, Valencia de España, Niza de Francia y de la selección, entre otros tantos equipos de su extensa carrera, dijo que "Godín tiene la virtud de saber entrar con fuerza, tener buen doble ritmo, y agarrar la pelota en el mejor momento para cabecearla. Son todas cosas que se entrenan mucho".